Hoy
Entrevistamos a Enric Cervera, Profesor
de informática en la Universitat Jaume I, donde también investiga en robótica inteligente, especialmente en aplicaciones de robots humanoides.
Ha trabajado en varios proyectos nacionales y europeos, entre ellos el proyecto
"Guardians" de robots móviles de asistencia a los bomberos en tareas
de exploración en entornos peligrosos.
¿Qué relación has tenido con el mundo de los videojuegos?
A los 15
años, programé un juego para Spectrum, que la compañía española Dinamic sacaría
al mercado con el título de “Phantomas”. Después vendrían un par de juegos más,
“Dustin” y “After the War”, también para Spectrum y Amstrad, ordenadores
populares en los años 80.
¿Cómo y porqué empezaste a programar videojuegos?
Me gustaba
jugar a videojuegos, y me interesaba averiguar cómo se hacían. Leyendo
revistas, fui aprendiendo los conceptos básicos, y me lancé a probar.
¿Cómo fue la publicación de tu primer videojuego?
Dinamic quería editar un sello de juegos creados por jóvenes. Pero al
final les gustó bastante como para sacarlo bajo el sello “profesional”. Aunque
técnicamente no era perfecto ni mucho menos, el personaje se ganó la simpatía
de los jugadores, y con los años que han pasado, todavía mucha gente me dice
que lo recuerda con cariño.
Era la edad de oro del software español, ¿Por qué crees que en España no se siguió apostando por una industria tan potente como la de los videojuegos?
Aunque lo
nosotros lo consideremos el apogeo del videojuego en España, en comparación a
otros países como Francia o Alemania, y no digamos el Reino Unido, la industria
era muy pequeña, casi diría yo que de aficionados. No obstante, ha habido
continuidad con éxitos sonados como “Commandos”, o más recientemente
“Invisimals”. Creo que actualmente, con la revolución de los juegos para
móviles y tabletas, las oportunidades son todavía mayores, porque es como una
vuelta al origen: con entusiasmo, una buena idea, y muchas horas, una persona
puede desarrollar el próximo gran éxito de los videojuegos.
¿Qué relación tienes en la actualidad con el mundo de los videojuegos?
La verdad
es que no, estoy desconectado. Salvo algún contacto a través de Internet, con
páginas de juegos antiguos, fans, o gente que se dedica a hacer remakes.
A pesar de
ello, he participado en la preparación de la titulación de videojuegos de la
UJI, que si todo va bien, se implantará el próximo curso.
¿Tienes algún proyecto de futuro, o algo que te gustaría hacer en el mundo de los videojuegos?
Tengo en el
cajón el proyecto de programar un juego para iPhone o iPad, quizá una versión
de Phantomas. Pero por ahora, está durmiendo ahí.
¿Crees que la industria de los videojuegos vuelve, o volverá, a tener la misma importancia que en tu época de programador?
Seguro que
sí, hoy en día hay muchísimas oportunidades, y medios al alcance de cualquiera.
Pero la desventaja es que también hay muchas más maneras de distraerse con el
ordenador sin necesidad de programar.
¿Cómo ves el futuro de esta industria?
El videojuego,
a escala mundial, es un negocio inmenso. Es decisión nuestra, si programamos
nosotros los juegos, o dejamos que los hagan otros. Así que el futuro depende
de las ganas, las ideas, y, cómo no, estar dispuesto a pasar horas delante de
la pantalla programando. Pero os digo una cosa, programar un juego es incluso
más divertido que jugar.
Muchas gracias por tu tiempo. Estamos seguros de que gracias a la nueva titulación de la UJI forme a grandes profesionales del mundo de los videojuegos.
PANDEMIA
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